Como ya he expuesto con anterioridad en este blog de mis fotografías, la pasión fotográfica forma parte de mi ser, de mi manera de entender el proceso fotográfico y, por añadidura, al proceso creativo relacionado con la fotografía. Cuando me aplico para llevar a cabo un proyecto sobre la cobertura de un evento, ya sea social como puede ser la inauguración de un local, como cultural, como por ejemplo un concierto, procuro aplicar esa pasión.
Las fotografías de eventos culturales, conciertos u obras de teatro, me entusiasman por la capacidad que tienen esos encuentros para mostrar la expresividad de los ejecutantes. Así, en los conciertos vemos como los grupos, a través de la manera que tienen de tocar los instrumentos, nos enseñan la pasión que tienen por lo que hacen; transmiten su conexión con el público a través de cómo se relacionan con sus instrumentos, con la música que ejecutan y eso hace que en las propias imágenes se vean el disfrute en el concierto. Esa pasión y ese disfrute, el propio espectador lo nota y hace que también se una, en comunión con el grupo, a gozar de lo que están viendo y oyendo.
Con el teatro ocurre exactamente igual, donde los actores trasmiten el texto que están representando con esa pasión que sólo la gente que le entusiasma lo que hace es capaz de mostrar. Si es alegría, si es tristeza, si hay amor en las líneas de la obra o si hay odio y rencor en la representación.
Donde se nota todo esto en ambos caso es en los ojos de los ejecutantes. Es un brillo especial, que se nota más que en cualquier momento fuera de las representaciones. Se percibe que todo lo podrían comunicar con ese brillo, sintiendo el espectador que les están mirando a ellos.
Por eso, cuando tengo la oportunidad de tomar imágenes de conciertos o de obras de teatro procuro ver esos ojos, porque son los que luego harán que las fotos muestren esa misma felicidad y pasión que tienen los ejecutantes. La luz, el encuadre, la obturación y todo lo que tenga que ver con la técnica sobra cuando la pasión y la felicidad no se transmite. Puedo haber hecho el mejor encuadre y que la incidencia de los focos fuese más que perfecta que si la persona que está delante de la cámara no es capaz de enseñarnos que pone todo el corazón en lo que hace quedará para siempre una imagen sin nada que decir.
Aquí os dejo una selección de fotografías donde creo que se percibe ese brillo especial. Disfrutadlas como he hecho yo al realizarlas y procesarlas.
